¿Por qué elegir un pan barato y de baja calidad, pudiendo ofrecer a tus clientes pan tradicional por un precio asequible? 

Porque entre las barras low cost sin sabor ni textura, y el pan rústico fermentado sin prisas y con buenos ingredientes, hay un abismo de aromas, textura y cualidades alimentarias.

Y lo más interesante es que ahora es posible tenerlo todo, buen precio, sabor y calidad, incluso para el pan de diario. Para eso hemos creado la barra Vallesana, porque estamos convencidos de que un buen pan no tiene que ser solo para ocasiones especiales.

¿Te la presentamos?

 

Una alternativa de calidad: así nació de nuestra barra Vallesana

En Antic Tradicional trabajamos por hacer realidad nuestra particular filosofía, la misma que ha guiado la evolución de esta empresa desde que empezamos a fabricar pan, allá por los años 50 del siglo XX: elaborar pan de máxima calidad y ser un referente en la fabricación y distribución de pan tradicional.

Queremos extender el consumo de buen pan, y hacerlo, además, de modo que sea asequible para todos.

Por eso creamos en su momento nuestra propia barra Vallesana, y hoy queremos contarte su historia.

 

Pan tradicional a buen precio

El pan es un alimento de alta demanda, por eso hoy en día es posible encontrar pan en comercios diversos, desde el colmado de toda la vida hasta tiendas 24 h o hasta gasolineras. Hay posibilidades de comprar pan recién horneado prácticamente a cualquier hora.

La pregunta es: ¿qué calidad tiene ese pan?

Lamentablemente, no siempre cumplen los mínimos deseables para una experiencia satisfactoria. Muchos comercios ponen a la venta baguettes muy baratas de una calidad más que dudosa, porque solo miran la rentabilidad. Pero otros nos pedían un producto que respondiese a las exigencias de sus clientes. 

En Antic Tradicional defendemos que el buen pan es para todas las ocasiones, también para esas en las que se demanda un pan económico para consumo diario o “para salir del apuro”. 

Muchas veces esas baguettes baratas son… precisamente eso: un producto low cost. Bueno para el bolsillo, no tan bueno para el paladar y la salud.

Y nos planteamos crear algo para ofrecer a nuestros minoristas algo mejor que eso.

Nosotros mimamos nuestros panes precocidos para que su sabor y textura siempre sean óptimos. Hemos implementado procesos que nos permiten mantener la esencia del pan. 

Lo podemos decir alto y claro: los panes precocidos de Antic Tradicional son un producto excelente.

Pero ¿y el precio? ¿Podíamos competir con esas barras baratas con un producto mejor a un precio asequible?

Por supuesto que sí. Ese era el reto.

Había que dar respuesta a ese mercado, ofreciendo una alternativa a los minoristas que querían seguir ofreciendo un producto a buen precio pero sin renunciar a la calidad. 

Para eso está nuestro departamento de I+D+i.

 

Una respuesta para el minorista

En nuestras tiendas ya teníamos la barra Próxima, un pan para el consumo diario y de proximidad, a precio asequible y con una calidad capaz de dar respuesta a las necesidades diarias.

La barra Próxima es, desde su lanzamiento, un producto con una gran aceptación y que se vende realmente bien.

Pero necesitábamos algo especialmente pensado para nuestros clientes minoristas, que pedían un producto económico que se alejase de esas baguettes baratas sin sabor, sin textura y con valores nutricionales muy pobres.

Es decir, una barra rústica a precio reducido.

En Antic Tradicional nos gustan este tipo de retos: crear panes diferentes para dar respuesta a clientes y consumidores. 

¿Podríamos haber ofrecido nuestra barra Próxima? Podríamos, pero preferimos reservarla para nuestras propias tiendas y centrarnos en la búsqueda de un pan específico para ese mercado.

Y así es como nació la barra Vallesana.

 

La barra Vallesana, vocación rústica

Queríamos que la barra Vallesana marcase la diferencia y se distanciase de la baguette low cost. Y lo conseguimos.

Tenemos un producto rústico fabricado con una harina de calidad, mucho más proteica que otros panes de esta gama. Nuestra primera baza siempre han sido los ingredientes, condición indispensable para que el pan sepa a pan.

Segunda condición: mantener la fermentación en dos tiempos.

La fermentación es fundamental si se quiere obtener un pan de calidad.

Las baguettes baratas tienen un proceso muy simple: elaboración, fermentación, cocción.

Nuestra barra Vallesana se prepara con dos fermentaciones, al modo tradicional, para que el resultado final sea el deseado.

Aquí no valen las prisas. El tiempo es un aliado del buen pan.

Tras la elaboración, la masa se deja fermentar en bloque durante una hora. Luego, se le da forma a la barra, y se espera a que tenga lugar una segunda fermentación.

Para lograrlo utilizamos prefermentos. Es decir, de cada masa que se prepara, se reserva una parte que se utiliza en las siguientes masas. De esta manera se logran panes con volumen y esponjosidad.

Si te preguntabas por qué una barra rústica tiene cuerpo y una baguette barata adquiere a las pocas horas una textura parecida al chicle, aquí tienes la respuesta: ingredientes, tiempo y proceso de elaboración.

¿El resultado? Una miga más alveolada, una corteza más crujiente y un sabor más pronunciado. 

 

Barra Vallesana, no te conformes con menos

El pan debe ser un placer. Como consumidores, hay panes asequibles para el día a día, sin renunciar a la calidad. Tienes la barra Próxima disponible en nuestras tiendas. Pruébala y verás cómo notas que está hecha por maestros panaderos de verdad.

Y como minoristas, hay opciones de calidad y a buen precio para ofrecer a tus clientes. La barra “todoterreno” Vallesana es, sin duda, una gran elección. ¿Quieres más información sobre ella? ¡Pregúntanos! Estaremos encantados de contarte lo que necesites saber sobre nuestros panes.

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